5 de septiembre de 2016

RESEÑA: NOSOTROS DESPUÉS DE LAS DOCE










Si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te hacen sufrir, las traiciones, las pérdidas y los desengaños...

Si pudieras convertir tu mente en un mural en blanco donde volver a pintar tu vida, ¿lo harías?


Aurora vive en Valira, un pequeño pueblo situado entre montañas. No cree en los cuentos de hadas, pero sí en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a una reina feérica. Dice la leyenda que la sangre de las hadas aún corre por las venas de sus habitantes, que el pozo del pueblo alberga el espíritu de la reina y que el antiguo carrusel de la plaza posee poderes extraños. No, en Valira nadie se atrevería a negar la existencia de la magia.

La víspera de San Juan, la noche más mágica del año, la mejor amiga de Aurora, Erin, regresa al pueblo después de dos años viviendo en la gran ciudad. Y con ella vuelve Teo, su hermano gemelo, cuya presencia Aurora prefiere evitar. Pero la mirada de Teo no es tal como ella la recordaba, ni su pelo, ni su sonrisa. Y cuando el más poderoso de los sentimientos asoma entre los dos, Aurora empezará a dudar de si acaso estará viviendo la segunda parte de una historia de amor olvidada o... no.

Con una voz potente, actual y profundamente evocadora, Laia Soler teje una historia salpicada de magia que nos arrastra por las turbulentas aguas de la memoria, el dolor y el amor para reflexionar sobre todo aquello que nos une, nos separa y nos hace crecer como personas.




Después de leer Heima es hogar en islandés (Leer reseña) pensé que una buena lectura playera sería Nosotros después de las doce y así confirmaría que Heima no fue un espejismo.

Ahora, tras haber leído estas dos novelas ya lo puedo decir bien alto. La prosa de Laia Soler es la mejor que he leído. 

A mí no me gusta que se utilicen muchas figuras literarias, porque la lectura se me hace muy pesada. Por eso antes de Laia Soler yo decía que las partes que menos me gustaban de las novelas eran las descripciones. Porque ahí la mayoría de autores cada dos palabras meten una metáfora, después un símil y tras ello una comparación. Laia Soler es la única autora que ha conseguido no solo que no me duerma en esas partes sino que las disfrute casi tanto como cualquier otra parte del libro. Con su maravillosa pluma te hace sentir que estás allí en Valira, bajo una noche estrellada compartiendo risas y bromas con sus habitantes, disfrutando de una excursión a sus montañas, o tomando un croissant en la pastelería de los padres de Aurora, y como con Heima, cuando vuelves a la realidad solo quieres ir a ese lugar y disfrutar en vivo y en directo de todas esas cosas que hacen de Valira un lugar mágico, que creo está inspirado en uno de los pueblos del norte de España.

La segunda cosa que más me gusta de las novelas de esta autora es su ritmo. Comienzan poco a poco, como cualquier otra, pero de repente casi sin que te des cuenta la trama se hace cada vez más y más interesante y no puedes parar de leer. En ningún momento pierde fuerza sino que lentamente va adquiriéndola hasta acabar en un final apoteósico, lleno de magia y filosofía.

Como en Heima, me he enamorado de los personajes masculinos.
Me ha pasado con Teo como le ha pasado a la protagonista, Aurora. Al principio me gustaba pero algo (bueno llamémoslo algo o abuelo Bubois) me hacía no terminar de fiarme. Pero tras la noche de los zapatos, me enamoré de él. Es un chico dulce, tierno que no teme expresar lo que siente en voz alta, y que intenta hacerle la vida lo más fácil posible a las personas que ama.

Creo que muchos que lean la novela, el abuelo Bubois le recordará a alguno de sus abuelos. Laia Soler ha sido muy inteligente al escoger a este personaje para el papel que representa en el libro, porque con él nos da una clara muestra de que todos, absolutamente todos. Nos podemos equivocar. Ya seas mejor o peor persona, tengas más o menos experiencia, seas más o menos inteligente, para equivocarse solo hace falta estar vivo. Todos nos equivocamos porque si no lo hiciéramos seríamos robots y así también nos estaríamos equivocando.

En Nosotros después de las doce me ha gustado mucho más la protagonista femenina que en Heima. Aurora comienza siendo la reina del hielo. Alguien aparentemente sin sentimientos, que no creía en el amor, pero poco a poco te das cuenta que ella no es así si no que las circunstancias la han hecho que actúe de la manera en que actúa. Y cuando llegas al por qué,  probablemente pienses que es una mala persona pero era solo una cría desesperada que tenía miedo de perder a lo mejor que le había pasado. Y me callo ya porque al final se me escapa el Spoiler.

Los personajes secundarios: los amigos, los padres, los vecinos e incluso el carrusel, que juega un papel muy importante en la historia, me han encantado. Pero sobretodo Erin, la mejor amiga de Aurora y hermana de Teo. Creo que todos deberíamos tener a nuestro lado a una persona como ella. 
Aunque la verdad es que me hubiera gustado que cobrara un poco más de protagonismo y saber más de ella. 

Pero lo que sin duda más me gusta de las novelas de Laia Soler, y lo que en mi opinión la hace distinta a todos los demás autores son los finales. 
Si con Heima reflexionamos sobre la vida y la muerte, en esta novela Laia hace que le demos el valor que tienen a los recuerdos, ya sean malos o buenos. Y es que por mucho que duelan los recuerdos son solo nuestros y son ellos los que forjan tu personalidad. Sin recuerdos olvidaríamos que es el amor, la confianza, lo que se siente tras haber sido traicionado, o lo que pesa una pérdida. Sin sentimientos todos seríamos como Aurora, personas con corazones de hielo, incapaces de sentir nada porque no recuerdan que es sentir.

Si te gustó Heima esta es tu novela, eso sí en Nosotros después de las doce, la magia pierde peso en el argumento, peso que gana la relación entre los dos protagonistas. Un amor dulce, apasionado y frágil como solo lo es el primer amor.


-Vivid mil vidas a través de la tinta-


Un fuerte saludo,




2 comentarios:

  1. Buenas!
    Estaba deseando probar la pluma de Laia y más ahora que he leído esta reseña y pinta el libro como si fuera puro amor ❤ ❤
    Muchos besos¡Nos leemos!

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